Víctor José
Lopez
Un ciudadano
que lo necesita todo: comida, medicinas, protección del hampa, educación, distracción…
En fin, todo, fue reprimido ayer por ejercer su legítimo y muy constitucional
derecho a protestar. A manifestar y expresar por qué diciente, ha sido
reprimido por militares que se han apropiado de todo: el petróleo, el arco minero,
los bancos, los cargos públicos, los barcos, los aviones, las escuelas y las
universidades.
Pero no se
entrega el ciudadano, sigue impertérrito ante el poder, infatigable en su
misión de lograr la Libertad, Independencia y Soberanía de una nación oprimida
por grupos que cumplen órdenes malignas de jerarcas extranjeros.
Ayer la
calle era un río seco.
A la inundación
de patria y soberanía le falta poco.
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