El título de este artículo lo tomo del libro “Usurpación
Constituyente (1999,2017), de Allan R. Brewer-Carías, de lectura
obligatoria para quienes deseen conocer parte de los orígenes de nuestros
males. El destacado jurista sostiene que “El mal manejo del petróleo,
después de hacer depender absolutamente todo el país del mismo, será en
definitiva, por la hambruna, lo que ocasionará el desenlace. Y eso será
lo que producirá más temprano que tarde el colapso del régimen”.
El conocido profesor afirma que “tenemos un gobierno asambleario
y tumultuario, que actúa sin Constitución, conducido por un reducido grupo de
asaltantes del poder, sin control alguno, configurándose como el reino de la
arbitrariedad”.
¿Cómo llegamos a esta situación? Pensamos que quizá el
sistema bipartidista se terminó de desprestigiar a finales de los
ochenta, bajo la presidencia de Lusinchi. Según Brewer, el
detonante de esta situación ocurrió en 1993, cuando Acción Democrática
defenestró a Carlos Andrés Pérez y Rafael Caldera descuartizó a Copei. La
Asamblea Constituyente de 1999 “sirvió de vehículo para permitir el asalto al
poder por parte de la logia militar que había dado el fracasado golpe de Estado
de 1992, cuyos miembros se apoderaron de todas las instancias del poder para
implantar un modelo de Estado totalitario y cleptocrático”. La Asamblea
Constituyente del 2017 “terminó de destruir los últimos vestigios que podían
aún existir del nunca estructurado Estado democrático ….quizá con el objeto de
estructurar otro Estado siguiendo el modelo arcaico soviético y cubano”.
Para Brewer-Carías, el régimen está en estado de
“apoptosis”, es decir que se está autodestruyendo, tal y como hace un organismo
multicelular para desprenderse de células dañadas. Al respecto
señala seis factores: 1-. El aislamiento internacional del régimen. 2-El
fracaso de querer implantar una doctrina bolivariana. 3- La destrucción masiva
de la institucionalidad democrática. 4- Las violaciones a los derechos humanos.
5- El fracaso económico y social de la gestión de gobierno y 6- El fracaso en
el desarrollo de la industria petrolera.
En este artículo nos referiremos al último
punto. Nadie debe dudar de la destrucción de Petróleos de Venezuela
(Pdvsa) y sus filiales. En los primeros años del totalitarismo esta
empresa siguió funcionando por la inercia natural de una actividad que
fue bien manejada desde sus inicios. Poco a poco fueron surgiendo los
resultados del despido masivo de casi 23.000 trabajadores, los cuales tenían un
promedio de quince años de experiencia. Por el deseo de poner a la empresa al
servicio del partido de gobierno, fueron despedidos el 67% de la nómina
ejecutiva, 67% de la mayor, 29% de la menor y 27% de la nómina diaria,
perdiéndose una inversión de 21 millones de horas-hombre de adiestramiento, con
un costo de unos dos mil doscientos millones de dólares. A esto hay
que sumar que los nuevos directores y gerentes fueron
designados por su afinidad política al gobierno, quienes descuidaron el
mantenimiento, no realizaron las inversiones para sostener y aumentar la
producción, y eliminaron el centro de adiestramiento . Por si fuera poco, la
corrupción se adueñó de la empresa.
Las cifras que suministra Venezuela a la OPEP y las que esta
estima evidencian la caída de la producción. Las reseñas de la prensa ponen de
relieve los accidentes en las refinerías y las paradas no programadas de las
mismas. Así mismo, es relevante las renuncias masivas de trabajadores por
falta de seguridad en el trabajo y deplorables condiciones socioeconómicas.
Ya los mismos rojos denuncian el deterioro de la empresa y la
corrupción. El expresidente Rafael Ramírez semanalmente señala que las
directivas que le sucedieron manejaron muy mal la empresa. Por su parte la
espernible ministra Iris Varela lo acusa de “volver mierda “ a la empresa. El
expresidente Del Pino reconoció que “descuidamos el mantenimiento para
favorecer los programas sociales”. El embustero Maduro dice que “desde el
inicio de este año la producción aumentó en 250.000 barriles por día, cifra que
dista de lo que informó el ministerio de Energía y Petróleo a la OPEP y lo que
esta estima. Para completar el panorama, el usurpador Tarek Saab ha imputado
por corrupción a unos 70 gerentes, inclusive a dos expresidentes de Pdvsa. A
Rafael Ramírez, con el cual no tengo relación familiar como declaró
la posesa Iris, lo tienen en caldo de ñame.
Coincidimos con Brewer-Carías en que el fin del régimen está
cerca y en la vital importancia del petróleo en la economía venezolana.
Quizá no será posible recuperar a Pdvsa y, en el mejor de los casos,
quedará reducida a su mínima expresión. Sin embargo, la industria de los
hidrocarburos tendrá que volver a florecer. La tecnología y la inversión se podrán
conseguir sin mayores dificultades, pero el recurso humano será
limitante. Desde luego el Estado tendrá que disminuir su participación debido a
que los rojos lo tienen en la carraplana.
Como (había) en botica: Más grave que el deterioro de la
industria petrolera es la situación de nuestras universidades por la falta de
recursos económicos y porque se están quedando sin profesores. También
preocupa la cantidad de médicos que están emigrando. Padrino López tolera el
maltrato a sus compañeros de armas, entre ellos a los generales Vivas y Baduel
¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!
eddiearamirez@hotmail.com 20/02/18
Noticiero Digital, Runrunes y Digaloahi digital
No hay comentarios:
Publicar un comentario