Blog de Víctor José López /Periodista

martes, 20 de febrero de 2018

EDDIE A. RAMÍREZ S. “ Es el petróleo, imbécil”


 El título de este artículo lo tomo del libro “Usurpación Constituyente (1999,2017), de  Allan R. Brewer-Carías, de lectura obligatoria para quienes deseen conocer parte de los orígenes de nuestros males. El destacado jurista sostiene que  “El mal manejo del petróleo, después de hacer depender absolutamente todo el país del mismo, será en definitiva, por la hambruna, lo que ocasionará  el desenlace. Y eso será lo que producirá más temprano que tarde el colapso del régimen”. 

El conocido profesor afirma que “tenemos un gobierno asambleario y tumultuario, que actúa sin Constitución, conducido por un reducido grupo de asaltantes del poder, sin control alguno, configurándose como el reino de la arbitrariedad”. 



¿Cómo llegamos a esta situación?  Pensamos que quizá el sistema bipartidista se terminó de desprestigiar a  finales de los ochenta, bajo la presidencia de Lusinchi.   Según Brewer,  el detonante de  esta situación ocurrió en 1993, cuando Acción Democrática defenestró a Carlos Andrés Pérez y Rafael Caldera descuartizó a Copei. La Asamblea Constituyente de 1999 “sirvió de vehículo para permitir el asalto al poder por parte de la logia militar que había dado el fracasado golpe de Estado de 1992, cuyos miembros se apoderaron de todas las instancias del poder para implantar un modelo de Estado totalitario y cleptocrático”. La Asamblea Constituyente del 2017 “terminó de destruir los últimos vestigios que podían aún existir del nunca estructurado Estado democrático ….quizá con el objeto de estructurar otro Estado siguiendo el modelo arcaico soviético y cubano”.


 Para Brewer-Carías, el régimen está en estado de “apoptosis”, es decir que se está autodestruyendo, tal y como hace un organismo multicelular  para desprenderse de células dañadas.  Al respecto señala seis factores: 1-. El aislamiento internacional del régimen. 2-El fracaso de querer implantar una doctrina bolivariana. 3- La destrucción masiva de la institucionalidad democrática. 4- Las violaciones a los derechos humanos. 5- El fracaso económico y social de la gestión de gobierno y 6- El fracaso en el desarrollo de la industria petrolera. 


En este artículo  nos referiremos  al último punto.  Nadie debe dudar de la destrucción de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y sus filiales.  En los primeros años del totalitarismo esta empresa siguió funcionando por la inercia natural de una actividad que fue  bien manejada desde sus inicios. Poco a poco fueron surgiendo los resultados del despido masivo de casi 23.000 trabajadores, los cuales tenían un promedio de quince años de experiencia. Por el deseo de poner a la empresa al servicio del partido de gobierno, fueron despedidos el 67% de la nómina ejecutiva, 67% de la mayor, 29% de la menor y 27% de la nómina diaria, perdiéndose una inversión de 21 millones de horas-hombre de adiestramiento, con un costo de unos dos mil doscientos millones de dólares. A esto hay  

que sumar que los nuevos  directores y gerentes fueron designados por su afinidad política al gobierno, quienes descuidaron el mantenimiento, no realizaron  las inversiones para sostener y aumentar la producción, y eliminaron el centro de adiestramiento . Por si fuera poco, la corrupción se adueñó de la empresa. 


Las cifras que suministra Venezuela a la OPEP y las que esta estima evidencian la caída de la producción. Las reseñas de la prensa ponen de relieve los accidentes en las refinerías y las paradas no programadas de las mismas. Así mismo, es relevante las renuncias masivas de  trabajadores por falta de seguridad en el trabajo y deplorables condiciones socioeconómicas.


Ya los mismos rojos denuncian el deterioro de la empresa y la corrupción. El expresidente Rafael Ramírez semanalmente señala que las directivas que le sucedieron manejaron muy mal la empresa. Por su parte la espernible ministra Iris Varela lo acusa de “volver mierda “ a la empresa. El expresidente Del Pino  reconoció que “descuidamos el mantenimiento para favorecer los programas sociales”. El embustero Maduro dice que “desde el inicio de este año la producción aumentó en 250.000 barriles por día, cifra que dista de lo que informó el ministerio de Energía y Petróleo a la OPEP y lo que esta estima. Para completar el panorama, el usurpador Tarek Saab ha imputado por corrupción a unos 70 gerentes, inclusive a dos expresidentes de Pdvsa. A Rafael Ramírez, con el cual no tengo  relación familiar como declaró  la posesa Iris,  lo tienen en caldo de ñame.   


Coincidimos con Brewer-Carías en que el fin del régimen está cerca y en la vital importancia del petróleo  en la economía venezolana. Quizá  no será posible recuperar a Pdvsa y, en el mejor de los casos, quedará reducida a su mínima expresión. Sin embargo, la industria de los hidrocarburos tendrá que volver a florecer. La tecnología y la inversión se podrán conseguir sin mayores dificultades, pero el recurso humano  será  limitante. Desde luego el Estado tendrá que disminuir su participación debido a que los rojos lo tienen en la carraplana.  


Como (había) en botica: Más grave que el deterioro de la industria petrolera es la situación de nuestras universidades por la falta de recursos económicos y porque  se están quedando sin profesores. También preocupa la cantidad de médicos que están emigrando. Padrino López tolera el maltrato a sus compañeros de armas, entre ellos a los generales Vivas y Baduel ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!  

 eddiearamirez@hotmail.com  20/02/18    Noticiero Digital, Runrunes y Digaloahi digital


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